La Cuarta Revolución Industrial está dando lugar a lo que podemos denominar la Fábrica Inteligente (Smart Factory), que Alemania definió como Industria 4.0.
La Industria 4.0 es un concepto que hace referencia a la incorporación de las nuevas tecnologías de la información a los procesos de producción. Se trata de una versión informatizada de la fábrica en la que todos sus procesos se encuentran conectados e interactúan entre sí, dotándola así de:
- Flexibilidad: los medios de producción permiten adaptar el producto, cantidad y plazo a las necesidades del cliente.
- Inteligencia: las máquinas y dispositivos son sensibles al entorno, adaptándose a las condiciones cambiantes, tomando decisiones y asistiendo en tareas complejas, incluyendo las tareas de automantenimiento.
- Conectividad: los elementos están constantemente conectados entre sí y con las personas, de forma tanto local, como remota.
- Colaboratividad: los espacios son compartidos entre personas y máquinas, con total seguridad.
- Consciencia del entorno: gracias a la incorporación de sensores y cámaras de visión artificial.
Así la Industria 4.0 implica una mayor individualización de la oferta y mayor flexibilidad de los procesos de producción y, para ello, es preciso que toda la información derivada del proceso de fabricación esté disponible en tiempo real en todos los departamentos y áreas de la organización.
Ahora más que nunca, el mundo se encuentra en cambio continuo, por lo que es necesaria una adaptación permanente de la formación a la hora de hacer frente a los nuevos requerimientos digitales de la sociedad actual.
La consolidación de la Industria 4.0 es un hecho, la adaptación de la formación es fundamental. El actual reto de la Formación Profesional es formar a las personas para la Industria 4.0.
La Industria 4.0 exige un cambio educativo y acciones para incentivar la Formación Continuada, lo que exigirá una colaboración estrecha entre el sector público y las empresas con el objetivo de que la oferta se adapte a la demanda, tal y como ya hacen los sistemas de Formación Profesional Dual que existe en otros países europeos (como Alemania, Dinamarca y Austria).
La fábrica inteligente no solo requerirá de personas tituladas en ingenierías, sino también de profesionales con un perfil más técnico y que conozcan desde la vertiente más práctica las tecnologías emergentes. Es decir, que la Industria 4.0 presenta un escenario óptimo para que la Formación Profesional pueda ser revalorizada. Pero ésta debe adaptarse a las necesidades del tejido productivo, que evoluciona al mismo ritmo que evoluciona la tecnología.
Así pues, las personas de la Industria 4.0 no solo necesitarán de formación en torno a las tecnologías, sino que además serán fundamentales competencias de trabajo en equipo, integración en la empresa, habilidades de gestión y emprendimiento, creatividad y transferencia de aprendizajes entre otras.
Por todo ello, hay que resaltar el papel fundamental que tienen las personas y su cualificación en el actual modelo de Industria 4.0, así como el papel que juegan los centros de formación profesional para cualificar en los nuevos perfiles profesionales requeridos en esta Cuarta Revolución Industrial.
